La agricultura inteligente es una revolución invisible. El siguiente salto tecnológico para los agricultores es la digitalización. En España aún son muy pocos los que se atreven a asumir el riesgo.
La transición hacia la agricultura inteligente, un paso difícil
Conseguir obtener un rendimiento de la tierra hasta tres veces mayor es posible invirtiendo en agricultura inteligente, invirtiendo en tecnología de precisión, automatización y big data para tomar decisiones a la hora de superar el déficit de competitividad en diferentes tipos de cultivo.
Las tecnologías de gestión de datos son la fuerza avanzada de la innovación en varios sectores económicos y están llegando a la agricultura, todavía con un nivel comparativamente bajo de integración en Europa. La agricultura inteligente es el nuevo campeonato en el que todos los productores tendrán que jugar, tarde o temprano.
Pero para muchos agricultores todo este proceso hacia la agricultura inteligente supondrá una difícil transición. Muchos agricultores siguen siendo reticentes a confiar a un sistema informático frente a lo que el ojo y la experiencia siempre han regulado: el momento de las cosechas.
La optimización de la producción
Por un lado, está la optimización de la producción. Por otro, el ahorro. Los sensores ya disponibles en el mercado, utilizados en los tractores autoguiados, son una de las herramientas más adoptadas. Permiten reducir el desperdicio de semillas y fertilizantes al pasar las máquinas por el terreno. No hay solapamientos.
Por otro lado, las imágenes de satélite, con tecnología de análisis del índice de humedad y conectadas a sistemas inteligentes, gestionan, al límite, el agua que hay que dar a las plantas.
En la estructura de costes de los agricultores, éste es uno de los factores más importantes. El riego, entre los costes de mantenimiento y de energía, representa un tercio de los gastos de producción agrícola, que a lo largo de los años han ido creciendo por encima de las ganancias de productividad. Pero ya hay empresas en el mercado que prometen un ahorro de hasta el 50%.
Riego con el máximo ahorro
Trigger Systems, es una empresa de Portugal, fundada por agrónomos, que ha desarrollado controladores inteligentes que, a partir de la información sobre el comportamiento de las plantas y el clima, e incluso de las tarifas energéticas, dirigen el riego para conseguir el máximo ahorro. Los sistemas realizan cálculos y modelos para determinar exactamente la cantidad de agua y fertilización que necesita cada planta.
Cuando se equivocan, el agricultor puede señalarlo, y ellas aprenden por sí mismas (aprendizaje automático). Al cabo de un tiempo, el sistema empieza a ser tan bueno dirigiendo el riego como lo sería un agricultor que estuviera despierto 24 horas mirando imágenes de satélite y meteorología predictiva. Sin duda el futuro del sector apunta hacia la agricultura inteligente.